La Astrología

                                
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"Hoy, antes del alba subí a la colina, miré los cielos
apretados de luminarias, y le dije a mi espíritu:
Cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y
la sabiduría de todas las cosas que contienen,
¿Estaremos ya tranquilos y satisfechos?
Y mi espíritu me dijo:
No, ganaremos esas alturas sólo para continuar adelante"
Walt Whitman




       “La astrología aparece, esencialmente  desde el principio mismo de la civilización humana, como el resultado de un intento del hombre para comprender la confusión y el caos aparente de las experiencias de su vida, comparándolas con los patrones ordenados de actividad cíclica que se descubren en el firmamento.  Es un estudio del paralelismo que se puede observar entre los acontecimientos en el universo y en la conciencia individual.
       La astrología es un técnica para la adquisición de sabiduría a través de la comprensión del orden que existe en la naturaleza humana y en todos los fenómenos que el hombre percibe: una técnica de comprensión. Esta es la característica más profunda y vital de este sistema de pensamiento del que tanto se ha abusado y que tan mal uso ha tenido.
     El propósito básico de la astrología es brindar un poco de orden al aparente caos de la experiencia humana. Y así ayudar al individuo o al grupo a conseguir un mayor grado de integración, salud y juicio. Constituir un acercamiento más consciente a la vida humana en una comprensión más profunda de las características estructurales y del comportamiento cíclico de todos los organismos. Su importancia es grande ya que el hombre tiene el privilegio y la obligación espiritual de hallar el “Camino de la Consciencia”.
          La astrología no predice “sucesos” sino sólo fases en el desarrollo de una persona. El libre albedrío es la medida de la capacidad del hombre de ser y actuar como un individuo. El destino es la medida de su dependencia de las normas colectivas y genéricas como estructuras determinantes."

La carta natal
        "La carta astrológica es un cuadro simbólico de una realidad cósmica. Es algo vivo. A la astrológica se la ha llamado justamente “la ciencia de todos los comienzos” (Marc Jones) porque está basada fundamentalmente en el estudio de la semilla-estructura de los potenciales de vida y de crecimiento, manifiestos en el primero momento de cualquier ciclo de actividad orgánica. La semilla es el punto de encuentro del pasado y el futuro; en ella finaliza un ciclo y de ella emerge otro nuevo. La astrología trata principalmente de ese aspecto de la semilla en que la estructura del futuro organismo se revela como un conjunto de potenciales vitales nuevos y relativamente únicos."

Tránsitos
       “La carta natal no cambia, pero el mundo continua adelante y los cuerpos celestes prosiguen sus movimientos cíclicos como si nada hubiese ocurrido. Sin embargo ha ocurrido algo formidable; ha nacido un hombre con la capacidad, en potencia, de detener el tiempo en sí mismo e inmortalizar la estructura de su propia conciencia, la estructura–patrón que aparece en el cielo en el momento de su primer aliento-. Si llega a realizarlo, se convertirá, como persona humana viva, en su propio cielo –esto es, la proyección divina sobre la tierra de una parte del Ser universal-. La inmortalidad es, por esto, el triunfo sobre el hado que nos destina a un cambio constante, mediante algo que se resiste a cambiar –o hablando de una forma abstracta, el triunfo del espacio sobre el tiempo-. Ello implica también el triunfo del “ser” sobre la “naturaleza”, porque el “ser” es la identidad inmutable del individuo, el “yo”; y el “yo” es fundamentalmente la estructura estable del ser con la que se deberán relacionar cada uno de los factores mutables, para que pueda haber conciencia.
       Astrológicamente hablando, esto quiere decir que debemos mantener la integridad de nuestra carta natal frente a la presión ejercida por el universo del cambio (la naturaleza) y frente a los impactos o influencias de los cuerpos celestes que siguen adelante y alteran sus posiciones después de nuestro nacimiento. Estos impactos constantes son lo que los astrólogos llaman “tránsitos”. Un tránsito es la manifestación de la incesante presión ejercida por la naturaleza sobre la estructura natal y arquetípica de nuestra propia conciencia de ser. Incita al poder universal del cambio –y de los factores colectivos o sociales de la experiencia individual que constituyen la “naturaleza humana”- en contra de la integridad del individuo; enfrenta a las efemérides con la cata natal.
         Todos los tránsitos (excepto el paso de los planetas por los lugares que ocupaban en la carta natal) tienden a distorsionar y desfigurar el esquema básico de nuestro ser, a desequilibrarlo. Son, por tanto, desafíos. Si nos enfrentamos a ellos y permanecemos fieles a nuestra “verdad” arquetípica (que puede leerse en la carta natal), habremos ganado mucho en conciencia y poder. Al triunfar sobre el cambio o la oposición, aprendemos más sobre nuestra cualidad de “ser inmutable”. Podemos vivir una vida más plena, plasmar un poco mas de nuestro ser en la vida terrestre, expresar nuestro carácter más apropiadamente y convertirnos realmente en lo que ya somos en potencia – lo cual es el fundamente de la “inmortalidad personal”.
      Los sucesos que forman, o formarán en el futuro parte de una vida humana, dependen del resultado diario de la contienda o el conflicto entre el ser y la naturaleza, entre el proceso de individualización que parte desde dentro del ser humano y la presión que ejercen las fuerzas colectivas y cósmicas, entre la carta natal en su conjunto y el cielo según aparece en las efemérides para los años siguientes al nacimiento.”


Ciclos - El Sol y la Luna
Reloj Astronómico de Estrasburgo
       "La astrología es esencialmente un estudio de los ciclos vitales, es decir, un estudio del orden que se destaca en la secuencia temporal de los acontecimientos que tiene lugar en las vidas de los individuos y de las naciones. Los conceptos de “ciclos”, de “apariciones cíclicas de  fenómenos” y de “fases periódicas en el crecimiento de organismo vivos” no se habrían formado en la mente humana si no se hubiera percibido la existencia de una serie de sucesos que (después de cierto tiempo), se volvían a repetir en el mismo orden. Percibir tales series de sucesos es una cosa, y poder determinar el patrón de su reaparición es otra. Toda medida del tiempo implica el uso de relojes, de igual forma que la medida del espacio requiere el uso de una vara o de un metro.
       Hasta hace pocos años el reloj que se usaba para toda clase de medidas del tiempo era el cielo. Las manecillas de ese reloj eran el Sol y la Luna. Cuando se requería una mayor precisión, se tenía en cuenta el paso de las estrellas por el Zenit. El tempo se medía por el movimiento cíclico de algún cuerpo celeste, así como el espacio se medía por comparación con las dimensiones de nuestro globo terráqueo; se tomaba como unidad de medida aquello que era común experiencia para todos los seres humanos. La astrología es válida porque los ciclos que toma como unidad de medida para los muchos y varios procesos de desarrollo vital  forman parte de la experiencia humana común. Es válida en su sentido más profundo porque estos ciclos han quedado impresos sobre la conciencia ancestral y colectiva de la humanidad. Son factores-raíces en la mente del hombre."

Fuente:
Rudhyar, Dane, La práctica de la astrología (Málaga, Editorial Sirio S.A., 1985) pag. 13-17, 31-32, 111-113, 115, 128-129



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